En el corazón de Andalucía, los aperitivos son una celebración de su rica tradición gastronómica. 

Entre los más icónicos se encuentran el pescaíto frito, una explosión de mar en cada bocado, con pequeños peces fritos a la perfección, y las tapas de jamón ibérico, una joya del Valle de los Pedroches o Jabugo, donde las finas lonchas de jamón acarician el paladar con su textura untuosa y sabor profundo. Estos bocados, acompañados de una copa de vino de Jerez o un fresco fino, evocan el alma del sur español, donde el tiempo parece detenerse entre conversaciones, sol y mar.

Otra opción imprescindible es la ensaladilla rusa, una versión andaluza con matices más ligeros que combina patata, zanahoria y atún bajo una capa delicada de mayonesa. También destaca la tortilla de camarones, crujiente y dorada, una especialidad de Cádiz que captura la esencia del Atlántico. Así, los aperitivos en Andalucía no solo son un preludio a la comida, sino una experiencia cultural en sí misma, donde el arte de compartir y disfrutar se manifiesta en cada plato.