Lo mágico de enero, no son los Reyes Magos. ¡No te confundas. La magia la traen los nuevos proyectos, los nuevos retos, las nuevas ilusiones y los nuevos compromisos.
Enero y febrero son los meses más cargados de proyectos de vida, puesto que es cuando más peticiones de mano hay.
Y estas nuevas ilusiones llevan adheridas e innatas un sin fin de listas de preparativos y mucha, pero mucha organización.
Te preguntarás ¿por qué? Muy sencillo, cuando una pareja decide crear una familia o nuevo núcleo familiar, conlleva tomar varias decisiones. Desde organizar trabajo, vivienda, boda, futuro y así un sin fin de detalles.
¿Qué es lo positivo? que el comienzo de muchas de estas ilusiones, son el motor económico de otros.
Bueno, pues hoy quiero hablaros de los artesanos del diseño de moda, como Florencio Pérez que tiene su atelier en Córdoba, creador de cuentos de hadas y momentos únicos.
Desde que plasma el boceto hasta que su equipo y él hacen realidad el sueño de cualquier mujer, te hace vivir una experiencia única.
A mi me recuerda a cuando en el siglo XIX las damas de alta sociedad iban a sus ateliers de confianza para que las costureras/modistas, con la magia de sus manos las hicieran brillar en los bailes programados para la época estival.
Es lo maravilloso de que te hagan un vestido a medida. Esa expectativa creada durante meses en la imaginación de la feliz prometida visualizando cada uno de los momentos de su enlace, son los que hacen esenciales vivir esos momentos.
Es por todo esto que hoy más que nunca debemos vivir la cercanía y pensar en la exclusividad que te aporta un diseñador de moda nupcial, pensará en tus gustos y resaltará aquello que te hace lucir hermosa, pero además ocultará cómo decía mi madre las miserias que sólo debes conocer tú.
Porque un vestido a medida te aporta comodidad, pero además te da poder. Porque te hace sentir bella y eso hace que camines con fuerza en el día más bonito de tu vida.
Te invito a seguirlo en Redes Sociales y a que Si tú proyecto para 2021 es casarte que vivas esta maravillosa experiencia.
