viernes, 5 de febrero de 2021

UN LEGADO CON SABOR DULCE

"Gracias porque yo me siento profeta en mi tierra"

Historia, cultura y tradición de una familia pastelera que ha sabido inculcar el oficio y pasarlo de generación a generación a lo largo del tiempo.

por Kisko Muriel



La inocencia de un niño que había estado rodeado toda su vida por el olor y el sabor a dulce, fue introduciéndose dentro de él sin apenas darse cuenta. Una infancia feliz, marcada por un oficio que años después se convertiría en su medio de vida.

Antonio Jesús Rodríguez, de abuelo pastelero, madre y tíos confiteros, tuvo la oportunidad de conocer de primera mano, lo que se cocía en fábricas que se dedicaban la repostería. Poco a poco fue pasando el tiempo y cuando quiso abrir los ojos ya estaba metido de lleno. Bajo una mente inquieta y espíritu aventurero, quería investigar sobre la pastelería artesanal, un sueño que pudo cumplir con tan solo 18 años, cuando se traslada a León para formarse como pastelero profesional de la mano de los mejores maestros de la época. 

En el año 1986, finaliza sus estudios y decide volver a su pueblo natal, donde abre por primera vez un obrador que llevará el nombre de su hermana, “Obrador Virgen del Rocío”, un establecimiento a fincado en Herrera donde poder realizar sus obras de arte y ofrecer a todos sus vecinos dulces creados desde el cariño y con las mejores materias primas.

Nadie dijo que los comienzos fueran fáciles y agradece a su abuelo por enseñarle las técnicas adecuadas para poder hacer las tetas de vaca, los "merengasos", y otros muchos dulces que hoy día se pueden degustar no solo en las dos confiterías que existen en el pueblo, sino también en las localidades vecinas como Puente Genil “Mira Genil”, Estepa “Caprichos de Antaño”, Osuna o Marinaleda, entre otros. 

En un principio, este obrador comenzó fabricando dulces como los piononos, las milhojas, los roscos de gachas y poco a poco fue introduciendo la nata para la elaboración de otra clase de dulces hasta completar la gran variedad que hoy día se puede encontrar. Podemos saborear alrededor de 80 clases diferentes, entre las que destacan los roscos de gachas, las milhojas o las tetas de vaca.

Estamos ante una empresa creada de un sueño que arrancó su andadura con la ayuda de su padre y de una persona más pero gracias al gran volumen de trabajo ha tenido se ha visto obligado aumentar la plantilla a 8 personas más.

Desde sus inicios, este obrador ha tenido claros tres cualidades fundamentales que no deben faltar en sus dulces: Que sean frescos, naturales y 100% artesanos con un secreto estrella, la utilización de materias primas puras entre las que cabe destacar: El azúcar, la mantequilla, harina o el chocolate.
El obrador Virgen del Rocío, también piensa en personas que tienen azúcar o son intolerantes a la lactosa y para estos casos ha sabido crear los mismos dulces elaborados con formulaciones que no lleven leche, ni productos lácteos.

A parte de los dulces que podemos encontrar durante todo el año, este obrador, nos ofrecen otros totalmente diferentes que son fabricados cuando llega navidad, el día de los enamorados o semana santa (Tronco de Navidad, Roscón de Reyes, Dulce para el Día de los Enamorados o Torrijas), aunque también podemos encontrar otros pensados para bodas, comuniones, incluso tartas eróticas para despedidas de soltera o soltero.

Pero la guinda del pastel la pone el buen servicio y la calidad que se ofrece en cada uno de ellos. Sin duda, algo que continuará en el tiempo gracias a su hijo, al que se le ha despertado el sueño de querer seguir este legado familiar bajo técnicas más modernas que van desde la innovación al diseño, innovando en el color, sabor, sin olvidar la calidad, algo que podemos ver por ejemplo en el brounie. Dulces con mucho más trabajo a los que hay que dedicar mayor tiempo, puesto que se elaboran uno a uno.

Antonio Jesús, confía plenamente en su hijo y le desea que luche por lo que quiere llegar a ser, porque solo con esfuerzo y constancia, conseguirá alcanzar todo lo que se proponga y está convencido que llegará a saborear las mieles del éxito como él hizo en su día. 

Una empresa que ha ido creciendo gracias a todo el trabajo desempeñado y sobre todo le da las gracias a su pueblo y a sus vecinos por todo el cariño que le ha brindado desde sus comienzos hasta ahora, “Gracias porque yo me siento profeta en mi tierra”

Desde Marca Andalucía le deseamos que sigan adelante porque estamos convenidos que los dulces del “Obrador Virgen del Rocío” deben de estar en todo gran acontecimiento que se precie.