Si hay algo que define a Andalucía, además de su historia y su cultura vibrante, es su extraordinaria tradición vinícola.
Desde los legendarios Jerez y Montilla-Moriles hasta los emergentes vinos de la Sierra de Málaga o Condado de Huelva, los caldos andaluces han traspasado fronteras y seducen a los paladares más exigentes. Pero, ¿qué hace tan especiales a estos vinos? ¿Y cuáles son las bodegas que están llevando el nombre de Andalucía a lo más alto?
Jerez: Más allá de las grandes casas, las joyas ocultas
El vino de Jerez-Xérès-Sherry es sinónimo de tradición y prestigio. Bodegas como González Byass o Lustau son nombres reconocidos en todo el mundo, pero más allá de estos gigantes, existen pequeños productores que están revolucionando la percepción del Jerez.
✨Bodegas Callejuela (Sanlúcar de Barrameda) está recuperando el valor del terroir con sus manzanillas de pago, como "Blanquito", que expresan el carácter único del suelo albarizo.
✨Bodegas Primitivo Collantes (Chiclana de la Frontera) sorprende con su Fino Arroyuelo en rama, una auténtica joya que demuestra el potencial de los vinos no industriales de la zona.
✨Bodegas Luis Pérez, aunque más conocida por sus tintos de la Tierra de Cádiz, ha lanzado "La Barajuela", una rareza que rescata la esencia del Jerez tradicional con fermentaciones naturales y mínima intervención.
Estos pequeños productores están llevando el Jerez a una nueva dimensión, alejándose del modelo clásico de envejecimiento por soleras y apostando por elaboraciones más expresivas y auténticas.
Montilla-Moriles: El resurgir del Pedro Ximénez seco
Si el Jerez es conocido por la Palomino Fino, la Denominación de Origen Montilla-Moriles es el reino de la Pedro Ximénez (PX). Durante mucho tiempo, estos vinos han estado relegados a los dulces y licorosos, pero ahora están demostrando su enorme versatilidad.
✨Bodegas Robles (Montilla) ha sido pionera en la viticultura ecológica con su "Piedra Luenga Fino Bio", que combina tradición y sostenibilidad.
✨Lagar Blanco elabora "Fino 7", un fino sin fortificar, que demuestra que el PX puede dar vinos secos de gran profundidad.
✨Bodegas Alvear, aunque una de las más antiguas, ha renovado su propuesta con su gama 3 Miradas, que explora el terroir montillano con vinos blancos de crianza biológica.
Gracias a esta apuesta por los finos sin encabezado y la reinterpretación de los PX secos, Montilla-Moriles está viviendo un renacimiento que ha captado la atención de críticos internacionales.
Sierra de Málaga y Ronda: La cuna de los vinos andaluces modernos
Si bien Málaga siempre ha sido famosa por sus vinos dulces de Moscatel, la Serranía de Ronda ha surgido como un epicentro de innovación en los vinos tintos y blancos. El terroir de altura, con influencias mediterráneas y atlánticas, ha permitido el desarrollo de proyectos apasionantes.
✨Bodega La Melonera (Ronda) ha recuperado variedades autóctonas casi extintas como la Blasco y la Rome, en vinos como "Yo Solo", que han maravillado a sumilleres de toda Europa.
✨Cortijo Los Aguilares produce "Pago El Espino", un ensamblaje de Petit Verdot, Syrah y Tempranillo que ha conquistado los mercados de EE.UU. y Japón.
✨Viñedos Verticales (Axarquía) elabora "Filitas y Lutitas", un vino blanco de Moscatel seco que ha roto con la tradición de los dulces y ha sido premiado en Decanter.
Condado de Huelva y Granada: Las nuevas fronteras del vino andaluz
Más allá de las denominaciones más conocidas, otras regiones andaluzas están ganando notoriedad con proyectos innovadores.
✨Bodegas Contreras Ruiz (Condado de Huelva) ha demostrado que la uva Zalema, tradicionalmente considerada menor, puede dar vinos blancos de gran expresividad con su "Antonio", reposado en silencio.
✨Bodegas Fontedei (Granada) sorprende con su "Albayda", un vino blanco de gran altitud que recuerda a los grandes blancos alpinos.
El futuro de los vinos andaluces en el mundo
Los vinos de Andalucía han pasado de ser considerados clásicos inamovibles a convertirse en una referencia de innovación y calidad. Pequeñas bodegas están recuperando la esencia del suelo, apostando por la mínima intervención y demostrando que la diversidad vinícola andaluza no tiene límites.
Con premios en competiciones internacionales, la presencia en cartas de restaurantes con estrella Michelin y el interés de mercados como Estados Unidos, Japón o Reino Unido, los vinos andaluces han dejado de ser un secreto bien guardado. El mundo ya los ha descubierto… ¿y tú? 🍷
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